Molchat Doma en Chile: Bailando entre las sombras

Molchat Doma en Chile: Bailando entre las sombras

Cuando pensamos en el reciente revival de la escena post-punk y coldwave, es inevitable mencionar a Molchat Doma como uno de sus mayores representantes. Y es que lo que logró la banda no es menor, aportando con un carácter estético y un sonido particular a toda una oleada de nuevos proyectos. Los bielorrusos visitaron nuestro país por tercera de vez, en un encuentro donde presentaron los nuevos matices que otorga el álbum «Belaya Polosa» y demostraron su habilidad para reinvertarse sin vivir de la nostalgia.

El comienzo de la jornada estuvo a cargo de Deshabitado, quienes orbitan alrededor de influencias similares a las de los anfitriones. Cabe destacar que el show contó con una cantidad importante de público, que escuchó con atención un set enérgico y adecuado como antesala al número principal.

Con un escenario austero y minimalista, Molchat Doma desplegó una performance que se expresó principalmente a través de la música, el juego de luces y la gran puesta en escena de Egor Shkutko. Gran parte del set se centró en «Belaya Polosa» (2024), donde los bielorrusos incursionan en el uso de sintetizadores, que brindan un carácter sobrio que se complementa en vivo con el sonido profundo y rudimentario de sus primeros álbumes.

Esta nueva faceta fue la apertura del show, abriendo con «Kolesom», «Ty Zhe Ne Znaesh Kto Ya» y «III». La tripleta de canciones abrió un ambiente bailable, dando inicio a una fiesta distópica y oscura. Luego del agradecimiento de Egor en un perfecto español, la banda hizo un flashback a sus inicios con «Doma Molchat», demostrando lo bien que puede convivir la faceta pasada y el presente sobre el escenario.

Dentro de los aspectos más destacables, Molchat Doma dio muestra de un crecimiento artístico evidente. A pesar de que no cuentan con grandes recursos en escena, Egor se planta como un frontman empoderado que, con sus pasos de baile y comunicación con el público, logra manejar las intensidades del show. En contraparte, Roman Komogortsev y Pavel Kozlov se consolidan como una dupla instrumental versátil, que juega con sintetizadores y baterías eléctricas, además de la guitarra y bajo que acostumbran a ejecutar.

Luego de una extensa visita a su álbum más reciente, Molchat Doma se volcó a revisitar un catálogo que ya figura como clásico. «Volny», «Ya Tak Ustal», «Discoteque» y «Na Dne» fueron algunas de las canciones que hicieron saltar y cantar al público de Basel, para luego tomarse el primer respiro detrás del escenario.

Con luces estrambóticas y dando la última porción de energía, Molchat Doma retornó durante el encore, donde interpretaron «Kletka», «Toska» y «Tancevat». Evidentemente, el número final de la noche sería la canción más famosa de la agrupación. Sin ser un secreto para nadie, Egor le preguntó al público si estaban listos, para luego marcar el inicio de «Sudno» y desatar una fiesta incontenible en el recinto. Al terminar el show, los bielorrusos se mostraron legítimamente emocionados y orgullosos de la canción que les permitió alcanzar un éxito mundial.

Hoy en día, el sonido original de Molchat Doma ha sido replicado en incontables ocasiones. Demostrando creatividad y talento, la banda supo reinventarse y acercarse a otras influencias como el synthpop y el trip hop. Analizándolo en perspectiva, los bielorrusos proyectaron su presente de crecimiento y evolución, donde sus antiguas glorias y nuevos éxitos, aún logran levantar una fiesta que nos invita a bailar entre las sombras.

Javier Perez

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