White Riot: cuando la energía de la música se enfrentó al fascismo

White Riot: cuando la energía de la música se enfrentó al fascismo

Década de los ‘70 en Gran Bretaña, todo estaba cambiando, tanto así que los fascistas y racistas ganaban terreno. Fue el fotógrafo y activista Red Saunders que comprendió que había que hacer algo al respecto, por lo que junto a Roger Huddle, Jo Wreford, Pete Bruno y otros, y decidieron fundar Rock Against Racism en 1976. Según Huddle, ‘RAR era sólo una idea hasta 1976’, pero fue Eric Clapton quien la volvió realidad cuando declaró su apoyo al conservador Enoch Powell (conocido por su discurso antimigración) en un concierto en Birmingham. Clapton dijo a la multitud que Inglaterra se había sobrepoblado y que debían votar por Powell para evitar que Gran Bretaña se convirtiera en una ‘colonia negra’. La construcción del pensamiento social, el racismo y la música son elementos principales de este primer documental de Rubika Shah y que se focaliza en Rock Against Racism, un grupo que promovía la solidaridad racial en la escena punk de Reino Unido y estaba compuesto por un grupo multicultural de músicos y artistas; un verdadero bastión contra el conservadurismo británico de la época. Saunders, Wreford, Bruno y Huddle, respondieron a los dichos de Clapton escribiendo una carta a la revista NME, en la que no solo reconocían la hipocresía de Clapton (quien se había hecho famoso tocando música negra), sino que además enaltecían las raíces negras de la música que tanto amaban.

Compuesta, en su mayoría, por material de archivo poco conocido, el film empieza resaltando la postura de las estrellas del rock del momento. Eric Clapton indignando a muchos y David Bowie diciendo que ‘Gran Bretaña podría beneficiarse de un líder fascista’ (luego se retractó en varias ocasiones). En el ambiente se sentía una especie de traición, al escuchar a líderes del rock haciendo causa común con sentimientos reaccionarios. Por eso el movimiento RAR era contracultural, puesto que nació de una profunda decepción. Saunders y sus colaboradores sabían que tenían que inclinar la balanza hacia una música más diversa, con artistas procedentes de esas comunidades inmigrantes, pero hubo problemas cuando los punks de extrema derecha, asociados al Frente Nacional, se aprovecharon de la indignación del movimiento. Escucharon el potente estribillo de ‘White Riot’, de The Clash, pero no su mensaje.

Conocer más de movimientos como RAR nos hacen reflexionar en la necesidad, cada vez más urgente en nuestras sociedades, de la asociatividad creativa para enfrentar a grupos radicales y sus pensamientos. Estas corrientes ya se instalaron en Sudamérica y en Chile (¡para qué decir!), por lo que mirar estos ejemplos cobra fuerza al enfatizar que la organización de manifestaciones y conciertos es una forma de alzar la voz; ese fue, din duda, uno de los grandes logros del punk en su corta vida: el unir fuerzas junto al ska, reggae y new wave para presentar un frente unido contra el racismo.

El documental muestra como el movimiento ganó adeptos y para 1978, la RAR y la Liga Anti Nazi (ANL) organizaron dos “Carnavales Nacionales” como respuesta al creciente número de ataques racistas en Reino Unido. El 30 de abril de 1978,  más de 100.000 personas marcharon casi 10 kilómetros para un concierto al aire libre, en Victoria Park, con un cartel compuesto por The Clash, Steel Pulse, Tom Robinson Band, X-Ray Spex, Ptrik Fitgerald, quienes pasaron a la historia por haber dado vida a esa histórica jornada de la música contra el discurso de odio de la ultraderecha.

Macarena Polanco

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