Between The Buried and Me -Colors II (2021)

Between The Buried and Me -Colors II (2021)

Sumerian Records, 2021

(Vía Nación progresiva)

En épocas donde en la escena musical y artística la renovación y resignificación han sido máximas obligatorias ante el escenario de crisis mundial prevalente, Between The Buried and Me nos trae un álbum que pareciera ser el punto de reunión de toda la experiencia y trabajo que la banda ha logrado obtener con el tiempo; y no una búsqueda angustiosa por vender un producto en épocas de crisis y dejar abierta la puerta hacia las giras a futuro (lo cual es entendible y válido). Dicha obra además, es gestada conceptualmente bajo su precedente, “Colors” lanzado el año 2007 y que resultó ser una obra sin precedentes de la banda. Ante esto ¿qué buscaban al concebir Colors II? ¿Superar al primero? Pues esta era la incógnita que por fin fue revelada y la verdad es que sí lograron superar ampliamente las expectativas generadas desde su anuncio, haciendo una obra cuya “sustancia” o componente intangible pero que tiñe la experiencia completa del álbum, es de una naturaleza magistral y que seguramente pasará a la historia del progresivo actual.

BETWEEN THE BURIED AND ME'S GROUNDBREAKING COLORS SET FOR VINYL REISSUE | Concord

Comenzamos con los suaves y nostálgicos pianos en Fa#m de  Monochrom, que transita desde la calma transmitida por Tommy hasta la escalada instrumental colmada de potencia que nos entrega la banda, trazando los primeros planos de esta majestuosa arquitectura musical. “I’m not the writer / It’s you / For I’m drenched in error and silhouettes / We’ve been on this same page before / Together / Forever / Together as one” es la letra que da la antesalas a unos guturales que no tardan en aparecer, los cuales irradian poder, intensidad y destreza enormes. Como es de costumbre en la banda, mantienen rítmicas constantes y polirrítmias con una batería extremadamente versátil y adaptada a las líneas melódicas que se presentan mediante guitarras eléctricas muy dinámicas y líneas de bajo perfectamente realizadas. Es necesario destacar la maestría que Dan Briggs tiene en cuanto a su sonido, pues no requiere de distorsiones excesivas ni treble´s voluminosos para sonar espectacular, como es tendencia actualmente en el género.

De manera inmediata pasamos al segundo tema que pasa a ser la continuación de la precedente: The Double Helix of Extincion. La puerta de entrada a la versión más pesada y agresiva de la banda, que configuran las distintas estructuras generadas de tal manera que el oyente se inserte dentro de esta experiencia y conecte con aquél disgusto e ira que manifiestan: “Rain slides down our cancerous skin / Burn, let the burn in / The advertisement – “Diminish Your Existence” / Our city has trashed your valley / Our city has scorned your maker”. La intensidad continúa mientras se entrelaza con los estribillos cantados limpiamente; hasta que de manera drástica suenan las bocinas que tradicionalmente se asocian como un complemento sonoro en canciones de reggaeton. Si. Como leíste. Qué forma más excelsa de hacer sucumbir al purismo que gobierna entre la fanaticada progresiva, pues dicho recurso funcionó de maravilla. Luego de esto, retoman con una rítmica tribal o asociadas a tribus indígenas, para que luego Dan haga un solo de bajo muy bien logrado y que transmite esta disonancia inherente a la estructura general de la canción. De esta forma, continúa el desarrollo de este tema; con algunos quiebres, momentos con menor tensión en los cuales sintetizadores y acordes en guitarra bajan nos brindan un pequeño “break” o descanso perceptivo; bajando el telón de este segundo tema pero con un inmediato nexo con el siguiente: Revolution In Limbo. Aquí, nuevamente retoman las vías potentes, pesadas y complejas que ya conocemos en la banda, donde además sacan a la luz sus influencias directas del metalcore. El tema es estructuralmente complejo, pues en la rítmica se añaden riffs que generan la sensación de estar en un vórtice que te da vueltas la cabeza. Sin darte cuenta estás en el limbo entre la locura y la cordura. Con los guturales de fondo y la batería más intensa que nunca, percibes una incomodidad reconfortante y viciosa. Como si lo estuvieras deseando, llega Tommy a rescatarte con un coro cantado en limpio. Si me preguntan, uno de los mejores que he escuchado en mi vida:

Over and over / Day in, day out / Monotonous drought / We didn’t live/ We only existed

Sobre la capa pesada, progresiva y dinámica se cuentan con momentos de más serenidad y calma; dentro de la cual contamos con un interludio venido desde el olimpo mismo: Aquél que cuenta con una majestuosa aparición del melotrón cual Windowplane, que en conjunto con el arpegio de una guitarra acústica, terminan por irradiar aquél misterio y temple melancólico de Opeth. Una gloriosa referencia que tiñe la experiencia de este tema y la eleva hacia algo que bordea lo perfecto. Si no fuese suficiente, nuevamente suena el coro:

Over and over / Day in, day out / Monotonous drought / We didn’t live/ We only existed

El tema continúa con partes pesadas, cargadas de múltiples juegos, redobles y quiebres de la batería con rasgueos de las guitarras definiendo las notas fundamentales, dando nuevamente el paso a la melancolía Opethiana. Sin embargo, para los últimos minutos de la canción tenemos el paso hacia una rítmica y estructura totalmente distinta: se trasladan hacia una mezcla entre bolero y balada en Sim  muy colorida pero a la vez tenue, con el complemento de un juego de acordes en sintetizador y guitarra acústica más vinculado a lo folclórico; finalizando con el coro:

Over and over / Day in, day out / Monotonous drought / We didn’t live/ We only existed

Un tema multivariado, multisensorial y de múltiples emociones; donde se expresa de manera más concreta el sentido que quieren otorgar al álbum respecto a los colores que puede obtenerse a partir de una composición tan magistral y creativa como la que acabamos de escuchar.

Fix The Error es la continuación inmediata del tema anterior, donde la batería haciendo redobles en la caja, un sintetizador de fondo definiendo las líneas melódicas y un solo de bajo con el efecto “wah-wah” incluido. No tardamos tanto en presenciar la intensidad y potencia de la banda, con los guturales; sólo que esta vez la canción es más “entretenida” o experimental, al más estilo Mr. Bungle. Este tema presenta una temática al estilo “cartoons”, donde se relata la historia de la caída de un rey mirado desde la óptica de un trabajador de este; cayendo progresivamente desde la obediencia hasta la insurrección.

Este párrafo se escribe aparte porque excede de epicidad y genialidad. El interludio donde suenan las baterías cuenta con la participación de tres bateristas: Mike Portnoy, Navene Koperweis, Kenneth Schalk, y para terminar, Blake Richardson. Este espacio de antología consiste en que los bateristas son protagonistas absolutos y que, manteniendo constante el pulso con el cencerro, proceden a realizar un pequeño solo cada uno de manera consecutiva; adornando la canción con la impronta de cada uno.

 La canción continúa con rítmicas constantes, pero variando en las líneas melódicas dadas por las guitarras, pasando por momentos más emocionales y otros donde se retoman los sonidos pesados. Un tema entretenido y que es necesario escucharlo en compañía del videoclip oficial de la banda.

Con una estruendosa digitación en Re de las guitarras, se da el punto de partida de Never Seen/Future Shock, donde desarrollan una estructura rítmica y melódica similares a las de Opeth, en la cual hacen pequeños adornos encima del riff dominante; con los clásicos cierres o redobles que dan la estructura siguiente. El sintetizador toma protagonismo con notas brillantes y luminosas. Esta estructura se mantiene firme, con distintos cambios en lo rítmico por parte de Blake Richardson, quien cuenta con un bagaje importante de recursos técnicos que permiten que la canción transite de una atmósfera a otra de manera fluida y orgánica, como si no nos diéramos cuenta. De esta forma, pasamos a una parte más “pop/rock” donde Tommy canta: “Your fears and hopes, I take / We multiply / Embrace our own decay / The storm is coming / We will never be at peace with ourselves /Until we separate ourselves”

De manera abrupta, como si despertáramos de un transe teñido de colores carmesí y de un naranja crepuscular, nos encontramos de frente con la dureza y agresividad de la banda, donde a partir de riffs potentes y pastosos que generan una sinergia espectacular con la batería; realizan un despliegue de lo más death metal que tiene la banda. Más adelante, la rítmica se hace más firme y un tanto “pegajosa”, de esas que hacen mover la cabeza, generando una polirritmia exquisita y que conjuga muy bien en todos los instrumentos. Ante la necesidad de equilibrar la canción, la banda genera otro espacio más “calmo”, donde se conjugan las cuerdas acústicas que luego son acompañadas de una instrumentación más “doom” y nostálgica; finalizando con la potencia y serenidad del primer interludio. De esta forma, da la sensación de que se cerró de manera “redonda” la canción de un poco más de once minutos de duración.

En el mismo espíritu de serenidad que irradia el término del tema anterior, nos dirigimos a Stare Into The Abyys, que comienza en un Si mayor muy profundo e introspectivo, a partir del sintetizador tipo choir sobre el cual se inserta unas melodías en sintetizador que complejizan la composición; pasando desde sonidos más saturados hasta sonidos más limpios del piano. El resto de la banda no tarda en aparecer, bajo la dirección de la batería que, mediante un quiebre, hace que la canción retome la utilización de las guitarras como parte de la (poli)rítmica, como si no pudiesen despegarse de los bombos y cajas. La letra habla sobre la importancia de valorar la vida y el amor que tenemos: “It’s never enough»

It’s never enough / You’ll regret the wish / Let it go and collect your life before you die / Embrace these memories / We never regret”. 

Así, la canción sigue una estructura más o menos constante en poco más de tres minutos de duración, cerrando de manera potente y agresiva como nos tienen acostumbrados.

Seguimos con Prehistory, un tema que continúa la conceptualización más experimental y “cartoons” de Fix The Error, mediante sonidos caricaturescos propios de la cultura popular televisiva. Además, cuenta con la participación de un instrumento de cuerda, aparentemente el Laúd, que añade un rasgo exótico y antiquísimo a la canción. Más adelante, se cuenta con un solo de Dan Briggs en el bajo, para luego finalizar de forma pesada y potente de cara a la próxima canción: Bad Habits, la cual mantiene la línea melódica en el sintetizador que luego es acompañada por la guitarra para dar paso al arsenal instrumental y multivariante que la banda imprime en cada composición. Así mismo, los sonidos acústicos retornan y le dan un rasgo más “cercano” e íntimo a la canción. La presencia de distintos cambios rítmicos, momentos donde existen un predominio mayor de las guitarras y momentos en donde los guturales mutan hacia fraseos limpios, hacen que este tema se componga de distintas “capas de sonido”, ya que en simultáneo podían pervivir sonidos de sintetizadores, electrónicos y aquellos que eran de lo acústico propiamente tal; incluso finalizando con sonidos más vinculados al folk metal.  Sin duda que, a nivel de composición, la banda hizo un trabajo excelente y exorbitante.

Inmediatamente seguimos con The Future Is Behind Us, segundo tema del álbum que cuenta con un videoclip de la banda. En este, se presenta una letra desgarradora y conceptualmente vinculada a una mente que divaga entre el dolor y la desesperación. Así mismo, el video muestra a todos los integrantes en un salón blanco y ejecutando sus instrumentos de manera concentrada y al unísono; con un Tommy protagonista y que aparece en distintas tomas del video, expresando el contenido de la letra con su temple de ánimo más bien de apatía y frialdad. Estructuralmente, el tema contiene distintas partes, comenzando con una parte marcadamente rítmica, donde conjugan todos los instrumentos con un sintetizador un poco más dinámico, con apariciones de momentos más experimentales donde juegan con distintos timbres del sintetizador tanto de Tommy como de Dan. Posterior a esta parte, la canción se torna más dinámica y con texturas y colores más tradicionales de la banda; otorgando así un momento de clímax tanto de la canción como del álbum mismo. Qué potencia y entrega de la banda. Elevaron al máximo sus rasgos identitarios, mediante una rítmica contundente y nutrida de distintos riffs, redobles, doble bombos y líneas de bajo espectaculares que, con los guturales y screams de fondo, recrean un escenario terrible y maravilloso, a la vez.

Como si nada de lo anterior hubiese sido real, nos movemos hacia un Synth/pop con notas graves y melodías brillantes que dan el inicio a Turbulent. Aquí, la atmósfera es más calma y nos moviliza hacia facetas más rockeras de la banda, con guitarras adornando sutilmente la base rítmica sólida y precisa de la batería y bajo, mientras Tommy transita desde las voces limpias hasta sus guturales distintivos. La estructura predominante en Fa#m es constantemente adornada por distintos arreglos que cada uno realiza; lo que nos deja entrever que la banda alcanzó un nivel de feeling y confianza que excede a cada integrante por separado. Como si de un efímero suspiro que se disipa en el aire se tratara, la canción finaliza con el inicio inmediato de Sfumato:una bella pieza instrumental atmosférica y muy tranquilizante, la cual te lleva hacia paisajes con notas y colores fríos (gracias al Mi menor predominante), como si viajaras por el medio de un azul océano cubierto de neblina, buscando la entrada hacia la última parte de este inefable viaje.

De esta forma, llegamos al tema de larga duración del álbum: Human Is Hell (Another One with Love). Una suite que comienza de manera enérgica y épica, con los tombs marcando la rítmica de cara a los riffs que las guitarras realizan, los cuales sintonizan con la agresividad y potencia descritas en algunos momentos letrísticos: “The dark water / The horrid swells / Human is hell / I’ve tried to overcome this /Their hands keep dragging me down this hill”. La canción en términos de intensidad no para. Se mantiene de manera enérgica por alrededor de de cuatro minutos, donde finalmente hallamos un punto de descanso a partir del maravilloso coro que Tommy canta en limpio, donde deja ver una luz de esperanza en la humanidad; “Admiring the sanity that / keeps us human /The day dissolved / With bleak reasonings and wretched smiles”.

Así, el tema continúa con las estructuras características de la banda, pero añadiendo matices, por ejemplo, de rock´n roll al estilo batman, para luego añadir matices ubicados dentro del espectro del black metal, sumado a una terminación de folk metal de ese breve interludio. Todo de manera fluida e ininterrumpida. Increíble. Así, el tema transita por diversas atmósferas: algunas más calmas, con el predominio de guitarras elucubrando melodías para la voz, y momentos donde predominan percusiones de tipo orientales, para luego retornar la intensidad característica de la banda. Todo esto es descrito como si fuese de fácil realización, pero no. El tema demuestra un nivel de abstracción notable y muy difícil de lograr, puesto que cada influencia empleada requiere de su espacio para que se desarrolle y no suene a una fútil búsqueda por sobre-adornar algo. A título personal, seguramente requiero de escuchar nuevamente esta canción para poder comprenderla mejor de lo que se pudo.

Así, finaliza la que podría ser la obra maestra de la banda y uno de los álbumes más destacados del progresivo actual. Al buscar darle una continuación a una pieza como Colors, la banda se arriesgaba a elaborar un producto que no llenara las expectativas y que incluso pecara de extender innecesariamente un concepto que cerraron de manera perfecta hace 14 años. Sin embargo, con Colors II  las expectativas fueron superadas en exceso; crearon una obra musical magistral, llena de detalles, capas y estructuras rítmicas y melódicas que no son de sencilla digestión; por lo que es muy necesario escucharlo más de una vez, si es que se busca conectar genuinamente con la presente obra. Así mismo, el álbum evidencia que la creatividad, inspiración y sensibilidad al arte musical estuvieron al servicio de cada integrante, como si hubiesen sido bendecidos por la Música, cuál entidad superior y trascendente. Sublimaron algo que ya estaba en las alturas. Perfeccionaron algo que ya era imperfectible. Demostraron que la música (y el progresivo) es innovación y crecimiento, donde el salto cualitativo es fundamental para redefinir lo que quieres hacer; y Between The Buried And Me lo logró de manera notable, con la inserción  de nuevas maneras de componer una canción, el perfeccionamiento de la forma tan propia de tocar como grupo, y sobre todo, la capacidad de hacer una obra que no deje ningún cabo suelto, ni ningún atisbo de que se buscaban propósitos distintos al de componer una obra con la que ampliaran sus posibilidades y elevaran su estatus hacia lo más alto del Progresivo de los últimos tiempos.

En cuanto a los integrantes, desde ya es necesario dejar constancia del desmesurado talento de Blake Richardson en las baterías. Su rítmica es garante de que este álbum se haya concebido como tal. Así mismo, la genialidad y practicidad de Dan Briggs en el bajo eléctrico y sintetizador son enormes. Al escucharlo, te das cuenta de que se pueden explorar muchas posibilidades en el instrumentos, más allá de ceñirte a la rítmica (que, por cierto, en bandas como BTBAM son en gran manera complejas). Las guitarras por parte de Paul Waggoner y Dustie Waring están a otro nivel. El complemento entre cada una de ellas, sumado al apego irrestricto a la rítmica predominante, hacen que se obtenga esa sustancia tan ambigua y a la vez exquisita de oír. Finalmente, Tommy Rogers. Qué  versatilidad de este músico. La interpretación de cada canción, tanto a nivel de vocales como de sintetizadores, demuestran la capacidad de adaptarse e interpretar de manera notable las emociones que gobiernan en el álbum tales como la tristeza, la nostalgia, la rabia, indignación, desesperación, etc. Para ello, no sólo cuenta con esta capacidad interpretativa y performativa, sino que es fundamental tener talento, destreza y trabajo en lo que haces; siendo esto algo evidente en él en tanto músico. En síntesis, los integrantes gozan de un talento increíble al ejecutar sus instrumentos, pero como BTBAM exceden lo que pudiesen hacer por sí solos.

Al final de la presente década, cuando se haga repaso de los álbumes más destacados, seguramente estará Colors II (y sin considerar cuánto puede “añejar” este álbum con el paso del tiempo, y mostrarnos nuevas aristas que muchas veces se develan ante nuevos períodos musicales).

Por Diego Flores López

Nacion Rock

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