«El trabajo de Robert Fripp se basa en crear un vínculo entre el intérprete y su guitarra, la música, pero también consigo mismo» – Entrevista con Steve Ball de League of Crafty Guitarists
Fotos: Ale Pizarro
Una de las instituciones más respetadas en el mundo de la guitarra es The League of Crafty Guitarists. Fundada por el mítico compositor de King Crimson, Robert Fripp, esta liga o «equipo» de guitarristas comenzó su actividad en 1986 basándose en las enseñanzas del método Guitar Craft, elaborado por el mismo músico, y que contempla una cierta serie de habilidades, técnicas y actitudes sugeridas para los guitarristas en donde la disciplina y el compañerismo son vitales.
Dentro del catálogo performativo de este proyecto, se encuentran clásicos de King Crimson, improvisaciones grupales y también sus conocidas «Circulations», que mezclan composiciones originales e improvisación (donde Fripp es la cabeza central); todo a través de sólo guitarras acústicas. Distintos nombres de diferentes países han pasado por el colectivo, como Carolina Tonnelier, Trey Gunn, Bettina Nunez o Fernando Kabusacki, pero puede que la figura de Steve Ball sea de las más relevantes.
El músico, aparte de ser un reconocido guitarrista, es un diseñador que tiene un estrecho vínculo con King Crimson tras haber realizado la carátula y mítico símbolo del álbum «Discipline» en 1981, que pasó a ser un objeto visual de peso no solo en el mundo del progresivo, sino que del rock en general. Ha formado parte de este colectivo casi de forma ininterrumpida y será parte de la alineación que visitará Santiago el próximo 6 de agosto en el Teatro Nescafé de las Artes, en un evento producido por Stgo Fusión. Pudimos conversar con Steve acerca de su experiencia como parte de este ensamble, su visión sobre el instrumento y lo que podremos presenciar en el concierto que se viene junto a la Orquesta de Cámara de Santiago, que les acompañará sobre el escenario.
-Steve, muchas gracias por tu tiempo. Es un placer poder conversar contigo. Para comenzar, me gustaría saber ¿Cómo ha influenciado The League of Crafty Guitarists en tu vida y qué significado tiene para ti?
Es una muy buena pregunta. Como quizás ya sabes, he estado tocando con este proyecto y junto a Robert Fripp desde 1986, por lo que me estoy acercando al aniversario número 40 como parte del método Guitar Craft. De hecho, literalmente dejé mi primer trabajo luego de entrar y nunca miré hacia atrás. Le dimos forma a una especie de ensamble de guitarras muy único y distintivo que, en parte, ya se sentía orquestado por el uso de elementos como el contrapunto, bajo, coros y líneas centrales. Pero a diferencia de una orquesta, nosotros sólo contábamos con guitarras acústicas.
En diciembre del año pasado hicimos nuestro primer concierto con siete guitarras acústicas y una orquesta completa, que resultó en una experiencia increíble e intensa, ya que los músicos llevaron el trabajo de King Crimson y Robert Fripp a otro nivel, con sonoridades de distintas características que expandieron las canciones y las llevaron hacia lugares donde no habían llegado antes. Fue algo que provocó una resonancia emocional muy difícil de describir, pero muy fácil de experimentar si, por ejemplo, quien nos está leyendo asiste a nuestro próximo concierto en Santiago.
Contestando a tu pregunta, creo que para mí la música de Robert Fripp, King Crimson y Guitar Craft es tan única y angular que logra una mezcla de disonancia y belleza, que resuena mucho con todo lo que ocurre en el mundo hoy en día. Hay momentos de belleza, pero también de intensidad, sufrimiento, dolor y disonancia. De alguna forma, su música es un recordatorio visceral y enérgico de lo que significa estar vivo en 2025, por lo que creo que estos arreglos orquestales son vitales, necesarios, y muy consecuentes con todo lo que ocurre actualmente.

-Aparte de ser un guitarrista destacado, también eres un artista visual. ¿En qué formas sientes que ambas disciplinas se complementan?
Es una observación muy concisa. Creo que por lo que más se conoce mi trabajo como diseñador, es por las carátulas que he hecho para el sello de Robert Fripp, Discipline Records, y también por haber diseñado el logo del álbum «Discipline». Para mí, el diseño es una disciplina casi idéntica al practicar un instrumento o componer/grabar música, en el sentido que debes tomar una serie de elementos y lograr que tengan una resonancia emocional. Si te fijas en el símbolo que aparece en «Discipline», o si tomas atención a ciertos arreglos en la música , te darás cuenta que hay una conexión espiritual, emocional e intelectual entre lo sonoro y lo visual que, cuando se hace bien, se puede sentir que todos esos elementos pertenecen al mismo universo; es como si las líneas y detalles que se ven, se mezclaran con los sonidos. Algo muy similar pasa cuando tienes siete guitarras acústicas que empiezan a cruzarse y fusionarse de una forma hermosa durante un contrapunto. Hay una relación directa e intencional entre el diseño y la música que intenta develar la estructura del universo, o las relaciones que pueden surgir entre dos personas.
-¿Hay algún pedal o guitarra que haya cambiado tu forma de ver el instrumento y que te sea indispensable actualmente?
Para la guitarra acústica, usualmente me conecto al sistema de sonido del local o teatro donde estemos tocando. En el caso de la guitarra eléctrica, hay dos pedales con los que puedo lograr replicar cualquier sonido que tenga en mente. El primero es el Quad Cortex que, básicamente, es un computador en una caja que puede entregar desde sonidos experimentales, a sonidos más agresivos y rockeros. El segundo pedal que uso es el Eventide H9, que puede hacer a mi guitarra sonar como un coro de ángeles, o como demonios bailando.
Dicho esto, debo decir que la mayor parte de las veces que escuchamos a un guitarrista, lo central viene de sus dedos y no de los pedales que esté usando. Si escuchas a Eddie Van Halen, Jef Beck, Robert Fripp o cualquier guitarrista icónico, el tono viene desde los dedos y de su voluntad. Recomiendo que cualquier persona interesada en el tono, se centre principalmente en sus dedos, de manera tal que al escucharse, se refleje la cantidad de horas invertidas entre el músico y el instrumento. Luego, los pedales o amplificadores pueden ayudar a expandir lo que nace de las manos.
-Steve, en virtud del tiempo y para finalizar,¿Qué significa para ti la figura de Robert Fripp y cómo sus métodos de enseñanza han tocado tu vida?
Después de casi cuarenta años invertidos en la práctica de Guitar Craft, creo que sus enseñanzas y trabajo con aprendices como yo son esenciales, fundamentales y vitales como especie para aprender a cómo seguir adelante y crecer en medio de todos los diversos cambios que está experimentando el mundo en la actualidad. El trabajo de Robert se basa en crear un vínculo entre el músico y su guitarra, la música, pero también consigo mismo.
Creo que este fenómeno se puede presenciar al vernos tocar en vivo, ya que puedes ver a siete músicos experimentados conversar junto a una orquesta. Guitar Craft ayuda a generar una nueva forma de comunicarse e interactuar centrándonos sólo en lo necesario. Mi experiencia con Robert me ha significado el poder aprender, colaborar con distintos músicos, pero también recibir mucha felicidad y entregar alegría a través de su música.

