The Adicts en Chile: El oficio del espectáculo

Fotografías por: Mario Miranda del Río
The Adicts estuvo por cuarta ocasión en nuestro país. Un encuentro que tuvo mucho de nostalgia y emoción. Muy probablemente, esta sea la última vez que los ingleses se presenten sobre un escenario en estos rincones del mundo. Y es que la banda vino con su gira “Adiós Amigos – Viva La Revolution”, un tour fulminante por Sudamérica que cuenta con solo dos fechas: Chile y México. Tomando en cuenta el contexto, el Teatro Coliseo fue el espacio donde se celebró y despidió la tremenda trayectoria de The Adicts, marcando 50 años de una propuesta punk extravagante, colorida y siempre preocupada por brindar un espectáculo de calidad.
La jornada comenzó con Paranoia, quienes están ad portas de realizar un show doble donde celebran sus 20 años de trayectoria. Obedeciendo a ese recorrido, la banda local ofreció un show con canciones que ya son reconocidas por el público, coreadas y celebradas por quienes empezaban a llenar tímidamente el Teatro Coliseo. Temas clásicos como “Noche de punk rock”, “Por qué no me morí” o “Todos fuman” marcaron la tónica de una propuesta que se acerca a la actitud lúdica que proyecta The Adicts.
Con alusiones y escenas de La Naranja Mecánica, una de las mayores inspiraciones de la banda, The Adicts se abrió paso entre ovaciones y gritos ansiosos. Desde un primer momento, el magnetismo de Monkey fue lo que determinó el curso del show: un espectáculo lleno de energía, clásicos y sorpresas. Con su característico traje de entrada, que dibuja una amplia sonrisa en su espalda, el frontman invitó al público a sumarse a un setlist que comenzó de golpe y jamás se detuvo. “Let’s Go” y una explosión de confeti fue el puntapié inicial, para luego dar paso directo a “Joker in the Pack”, como si se tratase de un aviso de que la banda no se reservaría nada.
Fue una veintena de temas los que interpretó The Adicts, cuya tónica estuvo en visitar clásicos. Luego de una poderosa apertura, “Tango”, “Don’t Exploit Me” y “Johnny Was a Soldier” hicieron un repaso por los primeros trabajos de la banda. En un acto performativo increíble, Monkey no dejó ningún detalle al azar, donde su largo traje pasó simplemente a una vistosa chaqueta con picas, corazones, tréboles y diamantes. “Straightjacket”, “Numbers” y “Troubadour” continuaron en su repertorio ochentero, mientras que “I’m Yours” marcó un momento especial, con su tono meloso y romántico.
El show avanzaba en intensidad, lo que se traducía visualmente en la impronta del maestro de ceremonia, quien comenzaba a deshacerse de sus prendas, mientras el maquillaje se distorsionaba gracias al ambiente sudoroso. Lejos de quitarle magia, este efecto natural nos mostraba un Monkey completamente entregado sobre el escenario. Luego de un breve saludo a los presentes, la banda continuó con lo más intenso del repertorio con canciones como “My Baby Got Run Over by a Steamroller”, “Just Like Me” y “Who Split My Beer”, ocasión que no fue desestimada por Monkey, donde lució otro de sus artilugios: un juguete inflable con forma de cerveza que luego lanzó hacia el público.
Acercándose a la despedida, The Adicts aceleró el ambiente con “Crazy”, mostró su lado más lúdico en “Chinese Takeaway”, e hizo cantar a todo el Teatro Coliseo con “Bad Boy”. En esta porción, Pete Dee aprovechó de presentar a sus ‘drugos’, quienes otorgan el tremendo soporte instrumental del que se sostuvo la jornada. Como no podía faltar, una de las últimas canciones fue la celebrada “Viva La Revolution”, el himno indiscutido de la banda que transformó el recinto en una masa de saltos, coros y moshpits, mientras caían las últimas municiones de cotillón. En su cierre definitivo, la banda interpretó el clásico futbolero “You’ll Never Walk Alone”, para luego dar paso al cover de «Ode to Joy», mientras cientos de globos gigantes caían del techo y una ráfaga de papel picado invadió el teatro, como si no hubiese sido sufieciente decoración a lo largo de todo el show.
El espectáculo es un oficio y los liderados por Monkey llevan años trabajándolo con meticulosa maestría. Dentro de un género donde lo colorido es escaso, The Adicts son dueños de una propuesta punk que, aparte de brindar la típica agresividad, logran decorar sus shows de manera brillante, lleno de detalles, con una comunicación permanente con el público, y mucho confeti. Este fue probablemente el último encuentro con su público en Chile, donde The Adicts se despide con la frente en alto, ofreciendo un momento radiante, lleno de vitalidad y mostrando lo que mejor saben hacer.
Setlist:
- Let’s Go
- Joker in the Pack
- Horror Show
- Tango
- Don’t Exploit Me
- Johnny Was a Soldier
- Straightjacket
- Numbers
- Troubadour
- I’m Yours
- Daydreamers Night
- You’re All Fools
- My Baby Got Run Over by a Steamroller
- Just Like Me
- Who Split My Beer
- Fuck It Up
- Crazy
- Chinese Takeaway
- Bad Boy
- Viva la Revolution
- You’ll Never Walk Alone