El día que Alice Cooper casi se mató cuando le falló un truco en vivo

El día que Alice Cooper casi se mató cuando le falló un truco en vivo

Si hay algo que ha caracterizado al gran Alice Cooper cuando se revisa su historia o se documenta su vida, ha sido la teatralidad en vivo, algo que ha sabido llevar a un espectáculo shock, siniestro, sangriento y que también sirvió de base para muchos que siguieron sus pasos en el mundo del rock y metal (Marilyn Manson, Mötley Crüe, King Diamond, Rob Zombie, etc.)

Sus impactantes shows siempre fueron de alguna forma bien preparados y resultan salir bien sin fallas, pero un día la cosa no fue tan así y la verdad, pudo pasar a mayores; y ni siquiera esta anécdota podría haber sido contada. Cooper pudo haber sido «rey por un día, tonto por el resto de su vida», o más bien, muerto, que pudo ser aún peor.

El show de Cooper está lleno de ejecuciones simuladas con la ayuda de otros miembros de la banda y una variedad de cómplices macabros, que utilizan desde una soga hasta una guillotina y una silla eléctrica, y han sido durante mucho tiempo una parte integral de los espectáculos para deleite de sus millones de fanáticos, sobre todo desde que Cooper comenzó a sacrificarse en aquella horca desde 1973, por lo general como un final escalofriante para su éxito mórbido «I Love the Dead».

Pasaron muchos años de que hiciera esto sin mayores contratiempos, pero el casi fatal accidente ocurrió en el Wembley Arena un 7 de abril de 1988 mientras intentaba este truco diseñado por el mago James Randi, que consistía en elevarse sobre el escenario y que requería de tener a Cooper agarrado de un arnés que, a su vez, estaba sujeto a las vigas por un grueso alambre.

“El cable se rompió. Pude escuchar la cuerda golpear mi barbilla y en un instante eché la cabeza hacia atrás. Eso debe haber sido una fracción de segundo, porque si me hubiera atrapado la barbilla, habría sido un resultado diferente. Pasó sobre mi cuello y me provocó una buena quemadura. Caí al suelo y casi me desmayé” contó.

Afortunadamente, un roadie atento notó que el truco cuidadosamente orquestado había salido mal, y después de varios segundos, el roadie rescató al cantante de lo que pudo haber sido una muerte segura por asfixia.

Sin embargo, siempre profesional, Alice reanudó rápidamente su performance en el escenario, y no solo esa noche, pese al hecho, continúa haciéndolo sin más incidentes hasta el día de hoy para sus entusiastas fans, aunque con un cable más fuerte y de mayor seguridad. Como él lo ve, la amenaza de peligro es parte de la diversión del espectáculo, y se remite a una forma de entretenimiento que es más antigua incluso que el rock and roll.

«Cuando voy al circo y hay un tipo en una jaula con 12 tigres, siempre existe la posibilidad de que uno de los tigres no haya captado bien el mensaje», dijo cuando contó la anécdota a Entertainment Weekly. “Cuando ves a un hombre en un alambre apretado, sabes que puede haber un segundo en el que seas testigo de una tragedia.», sin embargo dijo aquella vez: «Siempre quise eso en nuestro show: lo que están viendo podría ser la última noche de Alice Cooper»,  sentenció.

Patricio Avendaño

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