Soviet Soviet en Chile: un reencuentro intenso entre la melancolía post-punk y la pista de baile

FOTOS: Cristian Belano
El trío italiano ofreció un conciso pero vibrante show en Sala RBX, a más de seis años de su primera y única visita a nuestro país.
Dentro de un género tan amplio y diverso como es el post punk y sus variantes, los italianos de Soviet Soviet, han logrado hacerse un lugar en una escena que regularmente se refresca con nuevos nombres, sonidos y propuestas que incluso, se han consagrado alto a nivel mundial, como Molchat Doma. Si bien la discografía de los italianos, no se caracteriza por ser extensa y para llegar a su último álbum publicado debemos retroceder a 2016 (Endless), la agrupación se las ha arreglado para mantenerse en actividad y vigentes hasta el día de hoy. Tanto así que por tierras latinoamericanas ha consolidado una base pequeña pero fiel de fans. De hecho, nuestro país aparece en segundo lugar de escuchas en la plataforma Spotify.
El trío oriundo de Pesaro llegó a nuestro país con su gira latinoamericana 2025 para reafirmar por qué se han convertido en una referencia ineludible dentro del revival del género. Así las cosas, la Sala RBX fue el escenario escogido para la segunda presentación de Soviet Soviet. Vamos a lo ocurrido.
Pasadas las 20.20 ya estaba todo listo y dispuesto. El lugar ya estaba casi a máxima capacidad cuando Endless beauty empezó a sonar. Soviet Soviet suena con personalidad desde el principio, y por esto nos referimos, a que el ataque del bajo se siente tan punzante como energético desde el arranque. El bajo de Giometti le devuelve el punk al post punk. Esa energía, tan rabiosa como oscura, se ve perfectamente acompañada de una guitarra que logra, desde nuestra perspectiva, dos cosas: dar una atmósfera etérea y amplia, así como también, aprovechar esa misma amplitud para dar con la pared sónica distorsionada propia del shoegaze. Esos elementos, los italianos los manejan perfectamente. ¿Suena al post punk de Joy Division? La verdad es que no del todo, o no todo el tiempo. Hay influencias, pero la agresividad de Soviet en la ejecución, se vio reflejada en la reacción de la fanaticada: saltos, empujones y energía liberada se vieron volcadas en canciones como Ecstasy.
Un viaje que juega constantemente entre la parte más onírica y la veta más adrenalínica del rock. Así podríamos definir un concierto de los italianos, y parte fundamental para que la fórmula resulte exitosa sobre el escenario, es en parte por la batería. Alessandro Ferri sostuvo con fuerza y precisión pero sin sobreactuar, el juego expansivo que la guitarra iba construyendo a punta de delay y reverb. El conjunto de todo se coronó con la voz de Giometti, que en canciones como No lesson y Rainbow, destacó bastante, pero que en general, siempre está al servicio de lo que la canción necesita sin buscar un protagonismo innecesario. Sabe.
Si algo dejó contentos a los fans de la banda, fue la interpretación de una nueva canción, y no solo eso, la banda dejó claro que ya se encuentran trabajando en un nuevo álbum de estudio que saldrá a la luz el próximo 2026. Sin duda una gran noticia para un proyecto cuyo último LP, como ya señalamos, se lanzó hace casi una década.
Pantomime fue el cierre de una jornada que dejó satisfechos a un público que desde un comienzo se hizo cómplice de la música, y que se entregó sin condiciones a la oscura e íntima atmósfera que propuso la banda. Una experiencia intensa, física e hipnótica.