Una autopsia de algodón de azúcar: El origen del macabro payaso del legendario álbum homónimo de Mr. Bungle

Una autopsia de algodón de azúcar: El origen del macabro payaso del legendario álbum homónimo de Mr. Bungle

El debut de Mr. Bungle fue un álbum enfermizo en lo musical, lo estético y lo lírico. En el centro de ese caos gravitaba un payaso macabro que, con el tiempo, ha pasado de provocar repulsión a ser recordado con nostalgia y hasta con ternura por los fans

Repleto de ilustraciones de payasos borrachos y ensangrentados, el disco abordaba temas tan incómodos como la masturbación (“The Girls of Porn”), el sexo con comida (“Squeeze Me Macaroni”), un niño ahorcándose con la ropa interior de su madre (“Dead Goon”), e incluso la obsesión de la banda con la hipotética experiencia de alguien privado casi por completo de estímulos sensoriales (sordo, ciego, sin extremidades y con la boca cosida). La advertencia de Parental Advisory no fue un adorno: era una advertencia legítima. Pero lo más sorprendente no era la crudeza de sus letras, sino la versatilidad musical. En un solo disco mezclaban metal, funk, ska, música de carnaval, free jazz, sonidos de videojuegos y mucho más. La etiqueta de “funk metal” quedaba cortísima para semejante collage sonoro que hasta el día de hoy retumba en muchos oídos.

La portada del álbum nació del cómic A Cotton Candy Autopsy (“Una autopsia de algodón de azúcar”) de Dan Sweetman, con arte adicional de P. Earwig. Este cómic formaba parte de la perturbadora serie Beautiful Stories for Ugly Children de DC Comics, que seguía a un grupo de payasos grotescos, alcohólicos y decadentes que escapaban de un incendio —quizá provocado por ellos mismos— y buscaban, bajo todo ese dolor y maquillaje, una pizca de redención. La imagen reforzaba ese imaginario de circo retorcido y grotesco que también impregnaba el sonido del álbum por todas partes.

No todos estuvieron felices con la elección. Trevor Dunn confesó en sus memorias de su propio sitio web: “Nunca me gustó la portada. Quería que la cara del payaso en blanco y negro fuera la tapa, pero me votaron en contra. Además, el cielo debía ser rojo, no azul, y la tipografía de la contraportada era demasiado rara. De todos modos, estaba emocionado por ver nuestro trabajo en CD. El día del lanzamiento corrí a comprar una copia en CD y otra en casete… aunque ni siquiera tenía reproductor de CD. Era otra época: sin celulares, sin correo electrónico, sin iPods”.

Mike Patton, recién consolidado en Faith No More con The Real Thing, aportó ideas tan bizarras como efectivas y promocionó cada vez que pudo a Mr. Bungle, llegando a usar camisetas de la banda en cada aparición posible. “Creo que todos querían que Mike se diera cuenta de que este era un momento inusual: justo cuando Faith No More estaba forjando su identidad, su cantante se comprometía con otro proyecto. Pero si Mr. Bungle lograba consolidarse mientras Mike seguía firme con Faith No More, había esperanza de que todo saliera bien”, decía el manager Warren Entner. 

 

Patricio Avendaño

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