¿Cómo le ha ido al hardcore, metalcore o metal alternativo o géneros más pesados en los Grammys? Estas son las bandas que han sido consideradas, pero no muchas lo han logrado

¿Cómo le ha ido al hardcore, metalcore o metal alternativo o géneros más pesados en los Grammys? Estas son las bandas que han sido consideradas, pero no muchas lo han logrado

Con la sorpresiva impronta de Turnstile con nada menos que cinco nominaciones en los Grammys 2026, vale decir que la «Academia» en su historial de más de 60 años poco ha sido generosa con bandas importantes del estilo o de orden mas alternativa y metalera, salvo unas cuantas. ¿Estamos ante un inminente cambio de paradigma o es que una banda debe calificar al tener cierta fusión con otros sonidos «mas livianos» para entrar?

Sin desmerecer a los de Baltimore, que la tienen merecida por que han sido vitales en la evolución actual del género (hardcore), hoy nos preguntamos: ¿Cuáles más han calificado? ¿Cuál es el criterio? Varias de ellas solo han recibido nominaciones y solo algunas, principalmente las que han podido saltar a los charts masivos de rock o han recibido ventas numerosas por álbumes o sencillos han podido quedarse con el gramófono dorado. 

Desde su primera edición en 1959, los Premios Grammy, en su foco estuvo casi exclusivamente en géneros tradicionales —pop, jazz, música clásica, country y R&B— dejando en segundo plano a las escenas más pesadas y alternativas que crecían paralelamente. Claro, porqué para la masa prácticamente esos géneros no existían, pero la verdad es que desde finales de los 60’s ya habían propuestas tan visionarias como extremas. No fue sino hasta finales de los 80 que el metal comenzó a abrirse paso en una premiación que históricamente le había dado la espalda, marcando el punto de partida para una relación compleja, polémica y en constante transformación.

Fue en 1989 cuando la Academia incorporó por primera vez una categoría relacionada con la música pesada: Best Hard Rock/Metal Performance. El debut quedó inmediatamente marcado por polémica cuando Jethro Tull, una banda de rock progresivo, se impuso sobre Metallica, que llegaba con el influyente …And Justice for All. El episodio expuso de manera frontal la desconexión entre los Grammy y la comunidad metalera, instalando una crítica persistente: la falta de comprensión del género por parte de los votantes.

A partir de 1990, la categoría se dividió en dos segmentos: Best Metal Performance y Best Hard Rock Performance, una medida que permitió reconocer con mayor precisión las particularidades estilísticas. Desde entonces, bandas como Metallica, Tool, Slayer, Nine Inch Nails, Rammstein, Black Sabbath o Ghost han recibido distintos galardones, cimentando el espacio del metal dentro del panorama de la ceremonia.

Si para el metal el camino fue lento, para el hardcore, el punk y las variantes extremas la inclusión fue todavía más tardía. La Academia tendió durante años a encasillar cualquier sonido «agresivo» dentro del rock, sin considerar su identidad cultural e histórica. No obstante, a partir de la década de 2010 se observa una mayor apertura hacia la música pesada fuera del canon metalero tradicional. Y lo otro que es muy paradójico es que bandas logran ganar pero no precisamente con sus mejores álbumes o canciones. 

Aunque no existen categorías específicas para hardcore o punk, sí se han producido nominaciones y triunfos significativos en áreas como Best Rock Performance o Best Metal Performance, donde bandas más cercanas al hardcore melódico o al post-hardcore han logrado reconocimiento.

Ejemplos notables incluyen nominaciones a Rise Against, Knocked Loose/Poppy, Spiritbox, Turnstile, Code Orange o Fever 333, mientras que artistas de la vanguardia extrema —como Deafheaven o Converge— han comenzado a aparecer en listas de votación preliminar, aunque todavía sin una categoría propia.

El aumento de la visibilidad del metal y el hardcore en los Grammy refleja cambios más amplios en la industria musical. También las nominaciones femeninas en estos géneros recién han comenzado a aparecer. La popularización de servicios de streaming, el fortalecimiento de comunidades globales y la expansión de nichos pesados hacia públicos más amplios han obligado a la Academia a reconocer géneros que antes ignoraba.

Si bien persisten críticas —como la falta de representación adecuada de subgéneros extremos o la ausencia de categorías exclusivas para escenas experimentales—, se vislumbra un faro de evolución y es que hoy, bandas de metal, hardcore y cruzamientos híbridos forman parte del diálogo cultural de los premios, algo impensado en los primeros 30 años de la ceremonia.

Nacion Rock

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